Esta película narra las peripecias de madrugada de un grupo de seres humanos al cargo de vender humo. Es una cinta de las de charla, no hay acción, ni tiros, ni explosiones, ni siquiera una miserable pistola.
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| Los responsables de la crisis (los de verdad son más feos pero no están en la cárcel) |
En lugar de todo eso encontramos unos cuantos ordenadores, unas oficinas en un rascacielos y una firma de inversión que ha estado enriqueciéndose a costa de mentiras durante varios meses, al cambiar la dirección se va desvelando lo que sería un desastre para ellos... a menos que hagan algo.
Es una película realista y real, ya que esto fue lo que sucedió y el inicio de la crisis de 2008 que nos arrastra y nos arrastrará unos cuantos años por el camino de la miseria.
No es un documental, no es un petardo, se puede y se debe ver porque con actores de primera categoría y diálogos y meditaciones muy acertadas nos muestra que se coció en esos edificios para que a nosotros a día de hoy nos digan que no hay futuro. Al menos por unos años.
Muy recomendable. Jeremy Irons lo borda. Quién le viera en el amazonas en "La misión" descalzo y tal... ¡Menudo cambio con este papel!
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